martes, 1 de mayo de 2012

De gafes y hombres

El fin de semana pasado, estuve en un bar de la avenida de Europa disfrutando del Real Madrid - Barcelona en compañía de unos amigos. Durante toda la tarde, me tacharon de pesimista, gafe y otros apelativos similares, porque según ellos no paraba de ponerme en los peores casos: que si nos marcan, que si perdemos, que si adiós liga...

En realidad, esto es una técnica mental , llamémosla así, para poder disfrutar más de la alegría final. Me explico. Poniéndonos en los peores casos, la mente se hace a la idea de que no va a recibir ninguna alegría y por lo tanto, se queda como estaba al principio. Sin embargo, si resulta que se acaba produciendo esa alegría, se disfruta el doble, como ocurrió con la victoria del Real Madrid. 

Por supuesto esto no es algo que le ocurra solamente a la loca de mi cabeza. Estoy seguro de que la mayoría de las personas hacen lo mismo. Si en este preciso momento, entrara tu madre a tu habitación y te dijera: ¡Hijo, hemos ganado la lotería!, en un primer momento pensarías que se trata de una broma, aunque por dentro te quedaría la sensación de que pudiera ser verdad. Esta sensación se llama esperanza, y considérate afortunado por poseerla.

"Todo hombre no vive más que por lo que espera"

Jesús M

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